Noches, relatos y huellas. Sexo/género en los boliches del Cordón

Fondo: 
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Iniciar el discurrir en una escritura supone una serie de inconvenientes difíciles de resolver. Si la palabra discurso (del latín discursus ‘correr de un lugar a otro’) sugiere correr o sencillamente discurrir (del latín discurrere ‘correr entodos los sentidos’), iniciar la actividad discursiva compromete al autor ante un compromiso inaugural que fundamenta dichos inconvenientes. Tal vez por este motivo, el recurso de las citas suele acompañar los pasos iniciales para el fluir de los textos. Es así como los escribientes buscan refugiarse tras la fuerza de una autoridad adjudicada a las procedencias de sus lecturas. Este procedimiento posibilita desdibujar el protagonismo de la primera persona identificándola con la cualidad de la ficción; no habría una unidad escribiendo, sino una multitud expresándose tras la escritura. De este modo, el yo adquiriría el carácter de un mero recurso formal de la gramática. No obstante, los pronombres personales poseen una particular tendencia naturalizarse; terminan negándose como tales cuando, bajo efecto de la repetición, pasan a identificarse como procedencia última del pensamiento.

Año: 
2018
Servicio: 
Facultad de Psicología
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