LA AUTOGESTION OBRERA Y SU IMPLICANCIA COMO MODELO SOCIOECONOMICO. CARACTERIZACION, POTENCIALIDADES Y SUSTENTABILIDAD DE LAS EMPRESAS RECUPERADAS POR LOS TRABAJADORES.

Año: 
2014
Área Proyecto: 
Social y artística
Tema 2: Autogestión y emprendimientos asociativos. Resumen de la propuesta: I. Fundamentación de la importancia para el PIT-CNT del problema a investigar El proyecto tiene como propósito general desentrañar las claves del “éxito” empresarial de las nuevas unidades productivas autogestionarias que emergieron en la última década, sobre todo tras la crisis financiera del 2002; así como analizar su potencial para transformar las relaciones de producción. Las empresas recuperadas por sus trabajadores comparten el origen en términos generales con las antiguas cooperativas de producción de décadas pasadas. El cierre de fábricas - algunas de ellas emblemáticas – de la industria nacional, la pérdida de las fuentes de trabajo y el desasosiego de los obreros y sus familias, fueron las razones que condujeron a un importante colectivo de trabajadores a dar la batalla por reabrir las unidades productivas. Sin embargo los contextos históricos – tanto nacionales como internacionales – son bien diferentes, de tal modo que las empresas de reciente recuperación, lo hacen con el respaldo del Estado por un lado y de la propia Central Sindical PIT CNT por otro, lo que hace a una de las diferencias con las de primera generación. Son múltiples las dimensiones o aspectos susceptibles de ser analizados para dar cuenta de los factores que demuestran la viabilidad empresarial de las unidades autogestionarias, en el marco de una economía de libre mercado y por tanto sujetas a las reglas de la competencia imperfecta. En este sentido, resulta relevante examinar el aporte innovador y el potencial transformador de la autogestión que se materializa en nuevas formas organizativas, reglas y regulaciones de la toma de decisiones - en cierto sentido – radicalmente opuestas al modelo tradicional. En función de la vastedad y riqueza que ofrecen los ensayos autogestionarios, en este Anteproyecto se propone recortar el objeto de estudio en dos grandes esferas: a) identificar los componentes organizacionales de las empresas autogestionarias (estructura de la unidad productiva, procesos de toma de decisiones, gestión colectiva y división del trabajo, gestión del conflicto y agremiación, entre otras variables básicas y b) analizar el desempeño económico y financiero de las unidades; manejo de las zonas de incertidumbre, retribuciones salariales, inversión y tasas de rendimiento, criterios de reparto de utilidades. Para el movimiento sindical uruguayo esta es una de las claves para demostrar la viabilidad de otras alternativas al modelo capitalista, que transitan por otra racionalidad y lógica sustancialmente diferente. Tanto la forma de organizar y decidir sobre el conjunto de los procesos productivos, como la gestión del entorno de oportunidades y riesgos, se enfocan – en las empresas autogestionadas por sus propios obreros – con una preocupación por dignificar el trabajo y los trabajadores en contextos no siempre favorables. El impulso de un sector de empresas autogestionarias resulta parte importante de una estrategia de transformación socioeconómica a medio y largo plazo en consonancia con los postulados del PIT CNT. II. Características centrales del tema a desarrollar La experiencia de los años precedentes en Uruguay nos remite a una acumulación de iniciativas en el campo de las empresas de “carácter autogestionario”, sean estas de tipo cooperativo o bajo otras modalidades jurídicas emparentadas. La emergencia de estas unidades se asocia principalmente a la quiebra o cierre de fábricas o empresas nacionales, dependiendo del momento histórico algunos investigadores identifican tres períodos (Martí, 2006, 2012), siendo precisamente el último referido a la crisis de principios de la presente centuria. La magnitud o volumen de empresas recuperadas y funcionando como unidades autogestionadas es marginal respecto al universo de empresas nacionales, en el último relevamiento no serían más de 40 comprendidas en aquella categoría (Guerra, 2013). No obstante, su relevancia deviene del “carácter contra hegemónico” y porque de alguna manera las empresas de autogestión son portadoras de un proyecto alternativo respecto a la posición del trabajador en la estructura social y económica. Seleccionar algunas de estas unidades productivas y luego desprender conclusiones no será tarea sencilla; sin embargo, dado que se propone una investigación cualitativa y más próxima a constituirse en un estudio de casos, los hallazgos serán fundamentales para generar hipótesis relevantes en el campo de las relaciones de producción. En esta dirección el análisis se focalizará en una decena de unidades económicas (de las surgidas en el presente siglo), procurando una cierta representatividad de su micro universo en consideración a los rubros productivos, el tamaño o escala, así como los formatos jurídicos. Se parte de algunas preguntas orientadoras: ¿es la organización de estas empresas un factor fundamental para condicionar su éxito o fracaso?; ¿cómo se gestionan los conflictos de intereses en la dinámica empresarial?; ¿se observan mecanismos democráticos en la toma de decisiones o se reitera la estructura jerárquica propia de las empresas capitalistas? Se tratará entonces de analizar la dimensión organizacional, tomando en cuenta tanto los aspectos básicos de la producción, como las formas definidas colectivamente para determinar las estrategias de negocios o el nexo con los mercados. En esta dirección, se procurará analizar el portafolio de negocios de las empresas. ¿Son competitivas las unidades gestionadas por sus trabajadores? ¿Cuánto más eficientes pueden llegar a ser con esquemas de decisión colectivos? ¿Se generan utilidades o se mantienen en niveles de sobrevivencia asumiendo solo los costos en el punto de equilibrio? En caso de registrarse ganancias; ¿cuáles son los criterios de reparto y de reinversión en capital? ¿cómo definen sus estrategias competitivas? Lo que aquí trataremos de establecer – como efecto del análisis de diversas esferas o dimensiones de las unidades de estudio – será la existencia de ciertas correlaciones entre los tipos de gestión colectiva y la obtención de mejores resultados (para el colectivo) que las empresas cuya gestión es heterónoma a los trabajadores. Evidentemente se trata de una hipótesis central que no se podría verificar en un solo estudio sincrónico, sino que a través de esta primera fase exploratoria, se aspira a generar las bases para una investigación comparada y diacrónica a medio o largo plazo. De todos modos, hay una nutrida información en torno a la experiencia acumulada en el campo de las unidades productivas de base autogestionaria (incluyendo los diferentes formatos jurídicos), reunida en investigaciones, publicaciones y documentos que serán fundamentales para este estudio focalizado en las empresas recuperadas de la última década. Al respecto pueden citarse entre las publicaciones más recientes “Las empresas recuperadas como cooperativas de trabajo en Uruguay: entre la crisis y la oportunidad” (2013), un Documento de Trabajo de Martí, Thul y Cancela; “Gestión Obrera: del fragmento a la acción colectiva” (2010), Riero, Sarachu et al.; “Autogestión empresarial en Uruguay. Análisis de caso del FONDES” (2013), Documento de Trabajo de Guerra P. (Facultad de Derecho). Otras investigaciones y estudios se han focalizado en la economía social y solidaria, en el cooperativismo de producción en sus formaciones más clásicas y en experiencias “aisladas” de carácter autogestionario en el correr del siglo pasado (Ej. PROMOPES, 1981). De otra parte la experiencia regional es también relevante y cuenta en el caso argentino, con una década de acumulaciones precisamente en una modalidad similar de empresas recuperadas por sus propios trabajadores. Todas estas publicaciones, sistematizaciones y experiencias también serán referencias bibliográficas a ser consideradas en el marco de los antecedentes del tema propuesto.
Monto total: 
$751011.00