Asistencia temprana a centros de cuidado y desarrollo infantil. Evidencia para Uruguay.

Año: 
2015
Área Proyecto: 
Social
El desarrollo integral de niños y niñas se configura como un proceso dinámico en el que interactúan factores sociales, culturales y económicos, tanto del niño, del hogar al que pertenece, sus pares y la institución educativa a la que asiste. El presente proyecto particularmente, se propone estudiar cual es la contribución al desarrollo infantil de la institucionalización educativa o de cuidados en los primeros años de vida del niño o niña. Se entiende por desarrollo infantil “el proceso continuo mediante el cual el niño adquiere habilidades gradualmente más complejas, que le permiten interactuar cada vez más con las personas, los objetos y los sistemas de su medio ambiente, abarcando funciones de la inteligencia y la afectividad” (Atkins, 1987, en Canetti et al., 2014). Además de los aspectos normativos sobre la promoción del desarrollo infantil, existe evidencia que coloca la inversión en la primera infancia como una de las más eficaces en cuanto a los efectos que presenta sobre el desarrollo emocional, social, cognitivo y físico en la niñez, y sus efectos a largo plazo en el desempeño educativo y la percepción de remuneraciones en el mercado de trabajo (Heckman 1995, 2000). Este último aspecto hace que la inversión en la primera infancia es un instrumento potente para la movilidad intergeneracional. La inversión temprana en infancia es particularmente importante para niños y niñas de contextos más desfavorecidos. La evidencia encontrada para América Latina indica que la reproducción de la desigualdad está fuertemente relacionada con los problemas de cobertura y diferencia de calidad de servicios de cuidado para los sectores de bajos ingresos (Marco Navarro, 2014). En Uruguay existe una diversa gama de servicios de apoyo al cuidado de la primera infancia. Sin embargo, la oferta pública de centros de educación o cuidado a la infancia se torna universal y obligatoria a partir de los 4 años. Para esa edad, se observa una cobertura de 91,2%, porcentaje que decrece sustancialmente para edades menores, siendo 62,7% para los niños de 3 años, 45,0% para los de 2 años, 25,3% para los que tienen 1 y 7,4% para los menores de 1 año. A su vez, se observan diferencias significativas según quintil de ingresos de los hogares. Para el nivel de 3 años la cobertura es 44% en el primer quintil y 95% en el quinto quintil de ingresos (DNPS-MIDES, 2014). El objetivo general de este trabajo es analizar el vínculo entre la asistencia temprana a centros de educación o de cuidado y el desarrollo infantil posterior. Para lograr este objetivo, en primer lugar se analizarán los determinantes de la institucionalización temprana, estudiando los factores sociales, económicos y culturales que influyen en la decisión de las familias de enviar tempranamente a niños y niñas a centros de cuidado. En segundo lugar, se estudiarán los efectos de la institucionalización temprana en el desarrollo psicomotriz infantil. El estudio se desarrollará diferenciando por tramo de edad, considerando por un lado niños y niñas menores de 24 meses y, por otro, a los de 24 a 47 meses.
Monto total: 
$171739.00