EFECTOS DEL CONSUMO CRÓNICO DE CANNABIS EN LA FUNCIÓN CEREBRAL Y EL RENDIMIENTO COGNITIVO.

Año: 
2017
Área Proyecto: 
Salud
El cannabis es la tercera droga más consumida en el Uruguay luego del tabaco y el alcohol, y su consumo presenta una tendencia ascendente, en particular entre jóvenes. Nuestro país se encuentra actualmente en fase de implementación de un modelo de regulación de esta sustancia único en el mundo. Esto determina la necesidad de generar nuevos conocimientos científicos en el área que permitan evaluar sus consecuencias a distintos niveles para reducir los riesgos y mitigar los daños del uso de la sustancia. En las últimas dos décadas se ha recabado evidencia considerable en relación a las alteraciones del flujo sanguíneo cerebral y la función cognitiva ocasionadas por el consumo crónico de la sustancia. Los estudios de neuroimagen funcional dan cuenta de un descenso global de la actividad cerebral, en particular en corteza frontal y cerebelo. En tanto, no hay evidencia que establezca que el consumo de cannabis a largo plazo provoca deterioro cognitivo permanente. Los estudios imagenológicos y cognitivos son aún insuficientes, presentan diferencias metodológicas considerables y, en muchos casos, dada su antigüedad, no contemplan la evolución de la potencia de la sustancia, que se ha duplicado en los últimos 15 años. El delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) es el principal constituyente psicoactivo de la planta cannabis sativa L, y es el que ha sido implicado en sus efectos sobre la cognición. La planta posee más de 140 cannabinoides, siendo el cannabidiol (CBD) el segundo más abundante. A diferencia del THC, el CBD no presenta alta afinidad por los receptores cannabinoides ni efectos psicoactivos. Si bien el cannabis es considerado en la actualidad una planta monoespecífica, se pueden hallar diferentes subespecies o variedades, así como distintos genotipos y quimiotipos, que junto a las distintas formas de cultivo y procesamiento final darán lugar a plantas con diferentes relaciones de cannabinoides, lo que puede producir variabilidad en sus efectos biológicos. Típicamente las flores de cannabis utilizadas solían presentar una concentración de THC en el rango de 0,5 a 4%, mientras que en la actualidad suelen encontrarse variedades de plantas que poseen una concentración más elevada, que oscila entre 7 y 27%. Nuestra hipótesis de trabajo es que el consumo crónico de cannabis con alta concentración de THC presente en el mercado genera alteraciones de la perfusión cerebral y trastornos cognitivos. El presente proyecto tiene como objetivo evaluar la disfunción cerebral y los trastornos cognitivos producidos por el consumo sostenido de variedades de cannabis presentes en el mercado de nuestro país, con concentraciones previamente conocidas de cannabinoides, en una muestra de individuos usuarios frecuentes de la sustancia mediante SPECT cerebral y pruebas neurocognitivas. Los resultados podrán contribuir a la comprensión de los efectos del cannabis sobre el cerebro, lo que representa un pilar fundamental para la evaluación y el mejoramiento del modelo de regulación del consumo que se está implementando actualmente.
Monto total: 
$499115.00